EUROPA
PRESS
12 julio
2016
Cuando se habla de alimentación saludable uno piensa en frutas,
verduras o pescado, mientras que el sobrepeso se asocia a un alto consumo de
grasas o azúcares. Sin embargo, un estudio de la Universidad de Michigan (UM)
ha descubierto un componente de nuestra dieta que podría estar vinculado a un
peso más saludable: el agua.
En concreto, han visto que
las personas que son obesas y tienen un mayor índice de masa corporal (IMC) son
más propensas a estar inadecuadamente hidratadas y viceversa, según los
resultados en la revista 'Annals of
Family Medicine'.
"La relación entre la
hidratación y el peso no está clara. Nuestro estudio explica esta relación en
un nivel de población empleando una medida objetiva de hidratación",
explica la autora principal del trabajo, Tammy Chang,
profesora asistente en el Departamento de Medicina de Familia en la Escuela de
Medicina de la UM.
Aunque la correlación
requiere un mayor análisis, Chang señala que la hidratación últimamente se ha
considerado la piedra angular de una dieta para perder peso. "A menudo,
oímos recomendaciones de que beber agua es una manera de evitar comer en exceso
porque se puede tener sed en vez de hambre", dice esta experta.
Por ello, Chang y su equipo
estudiaron una muestra representativa nacional de 9.528 adultos de los Centros
para el Control y Prevención de Enfermedades y Encuesta Nacional de Nutrición
(NHANES, por sus siglas en inglés). De ellos aproximadamente un tercio de los
adultos, de entre 18 a 64 años, estaba inadecuadamente hidratado.
El estudio sugiere que las
personas con un IMC más elevado --que se espera que tengan necesidades más
altas de agua-- también puede demostrar
comportamientos que llevan a una hidratación inadecuada. Los autores señalan
que, debido a que los datos son de sección transversal, no se puede decir que
la hidratación inadecuada causa obesidad o al revés, pero sus resultados ponen
de relieve una importante relación entre los dos.
Chang considera que el consumo
de alimentos saludables con alto contenido de agua, como frutas y verduras,
puede mejorar el estado de hidratación, aunque se necesitan más evaluaciones
para saber si el estado de hidratación puede influir en el peso. "La
hidratación puede pasarse por alto en las estrategias de control de peso para
adultos", advierte Chang, también miembro del Instituto de Políticas de
Salud e Innovación de la UM.
"Nuestros hallazgos
sugieren que la hidratación puede merecer más atención cuando se piensa acerca
de la obesidad a nivel de población. Mantenerse hidratado es bueno para usted
sin importar por qué y nuestro estudio sugiere que también puede estar
relacionado con el mantenimiento de un peso saludable", concluye.